ruta de los valles pasiegos


Partimos de Solares, en el municipio de Medio Cudeyo, a 20 Km. de Santander y lugar de origen de la conocida agua mineral.

Solares tiene un gran ambiente nocturno los domingos.

Este entorno se extiende en el arco sur de la bahía de Santander, con una extensión de 26,8 km2, es un término que cuenta con casi 6.500 habitantes y dista 15 km de la capital cántabra. Atravesado por los ríos Miera, Pámanes, Cubón y las rías de Solía y San Salvador, limita al norte con Marina de Cudeyo, al sur con Liérganes, al este con Entrambasaguas y Riotuerto y al oeste con Villaescusa y El Astillero. En su orografía sobresalen los macizos de Gándara y Peña Cabarga (569 m), declarado Parque Natural en 1989.


Medio Cudeyo está compuesto por diez núcleos de población, cuya capital se sitúa en la localidad de Valdecilla.

El municipio es la cabecera económica y social de la comarca de Trasmiera y fue cuna de hombres ilustres como Ramón Pelayo y Torriente, primer marqués de Valdecilla.

Situado en el corredor Santander-Bilbao, ha experimentado en los últimos años un fuerte crecimiento asociado al desarrollo de las comunicaciones entre Cantabria y Vizcaya, lo que ha impulsado un importante crecimiento de la actividad económica con la instalación de industrias y el desarrollo servicios.

Además, el término cuenta con excelentes muestras de la arquitectura civil y religiosa de los siglos XVI, XVII y XVIII, entre las que destacan el palacio de los Marqueses de Valbuena (siglo XVII) o las iglesias parroquiales de Santa María, en Valdecilla, y San Juan Bautista, en Anaz, edificadas en los siglos XV y XVII, respectivamente. Sobresalen, asimismo, significativas construcciones medievales como el yacimiento del pico Castillo.

En 1827 se inauguró el Balneario de Solares y con él el municipio conoció un impulso ligado a la explotación del ocio y al embotellado del ‘Agua de Solares’.

Tomamos la carretera N-634 en dirección a Torrelavega. A tan sólo 4 Km. está Pámanes perteneciente al municipio de Liérganes y donde destaca una de las joyas del patrimonio arquitectónico de Cantabria: el palacio barroco de Elsedo, del siglo XVIII.
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Construido en el siglo XVIII, es uno de los mejores palacios barrocos de Cantabria, con portalada, corralada, torre, solana y capilla.

En la actualidad alberga un museo de arte con- temporáneo. Este Palacio es, junto con el Soñanes, el de mayor categoría monumental de la región.

Fue mandado construir en 1710 por don Francisco Hermosa Revilla, primer conde de Torre Hermosa y Caballero de Calatrava.


El diseño del palacio es bastante complejo, resultado de unir varias edificaciones: cuerpo de dos pisos sobre arquerías, torre de cuatro pisos con esquinal cilíndrico a modo de cubo, otra hermosa torre octogonal de tres pisos con chaflanes de pilastras acanaladas, y bajo bien marcado por hiladas de piedra roja.

Este efecto se remarca en la capilla anexa cuya entrada, bajo arco sobre pilastras, lleva puerta adintelada sobre la que se abren hornacillas con imágenes de piedra.

En su interior los sepulcros del fundador y su hija bajo arcosolium, y en otro igual los de Agustín Hermosa y su hijo.

La capilla también albergó un magnífico retablo barroco que hoy se encuentra en los Escolapios de Villacarriedo.
Diversos escudos de los Hermosa, afincados en Pámanes desde el siglo XVI aparecen en diferentes lugares del Palacio, que sufrió enormemente en la primera mitad del siglo XX hasta que fue adquirido y restaurado por los Krassnning, un matrimonio artista austriaco que entregó prácticamente su vida y fortuna a su reconstrucción.

Más tarde pasó a los Santos Diez, empresarios santanderinos.Aunque es propiedad particular, está regentado por el Gobierno de Cantabria, ya que en la actualidad alberga en su interior un museo de arte contemporáneo, con obras de pintores cántabros ( Blanchard, Cossío... ) También hay esculturas de Chillida, Berrocal...


Pámanes también posee una bella iglesia del siglo XVI con portada gótica.

La próxima para obligada es Liérganes, capital del munici pio del mismo nombre.

Su conjunto urbano, declarado de interés histórico-artístico, concentra una valiosa arquitectura clasicista de los siglos XVII y XVIII debido al auge económico que la Fábrica de Artillería propició en este período en la comarca, fruto de una intensa actividad de fundición.

Asentado el núcleo a los pies de dos pequeñas excavaciones: Marimón y Cotillamón ( conocidas como "Las Tetas" por su parecido antropomorfo ), Liérganes es el lugar adecuado para pasear y llegar hasta el puente viejo, recorriendo sus hermosas callejuelas con caserones y viejas casonas.


Es tradicional degustar en Liérganes un sabroso chocolate con churros o saborear los "sacristanes", dulces típicos. Liérganes y su historia están ligados a la leyenda del Hombre-Pez, que como todas las leyendas tienen algo de real ( su protagonista, Fran- cisco de la Vega ) y algo de ficción ( su variado final ) y que según uno de sus desenlaces indica que el hombre, tras arrojarse al río Miera, fue encontrado tiempo después en Cádiz, balbuceando palabras.

Innegable es también la dualidad existente entre Liérganes y su Balneario, con ese aire decimonónico tan característico y rodeado de una magnífica finca con arbolado de gran porte.

Bordeando el Miera llegamos a La Cavada, capital del municipio de Riotuerto, cuyo tributo de entrada es la conocida puerta neoclásica de Carlos III, único testimonio de la antigua Real Fábrica de Cañones que a lo largo de los siglos XVII y XVIII tuvo el honor de armar los buques españoles que defendían el Imperio.

Regresaremos a Liérganes y a su salida encontraremos el barrio de Rubalcaba, que forma un apreciable conjunto barroco con su conocido crucero en el vértice de una tapia solariega.

Remontando el curso del río Miera y tomando una desviación llegaremos a La Cárcoba, a 13 Km. de Liérganes.

Capital del municipio de Miera, comparte por su cercanía con las villas pasiegas, principalmente con San Roque de Riomiera, gran parte de sus costumbres y forma de vida.

El río que le da nombre define un singular paisaje, en el que las variadas formas calizas que le rodean confieren una irregular topografía a sus laderas, salpicando de verdes parajes de excepcional belleza. A destacar la gran cantidad de cavidades naturales de la zona.

Enclavada en lo alto, sobresale por su monumentalidad la iglesia de Santa María, relevante obra de cantería que cuenta con una espléndida portada barroca y un valioso retablo en su interior.

En nuestro camino hacia el Sur llegaremos a San Roque de Riomiera, una de las tres villas pasiegas, rodeada de espectaculares paisajes.

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La sinuosa comarcal se desvía hacia Selaya
, lugar en donde se encuentra el sobrio palacio de Donadío y uno de los escasos rollos heráldicos ( con humilladero ) que se conservan en Cantabria. Cerca de Selaya está el santuario de la Virgen de Valvanuz, patrona del valle de Carriedo, que goza de gran devoción en toda la comarca.
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También en Selaya destaca su gran tradición en la fabricación artesanal de sobaos y quesadas. Prácticamente junto a Selaya se encuentra Villacarriedo.



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Como capital del valle de Carriedo reúne la mejor dotación comercial y de servicios de la zona. Los carredanos, como se conoce a los habitantes del lugar, disfrutan de una rica vega, siendo el prado el elemento dominante dentro de una población vegetal de alisos, robles y hayas.

En Villacarriedo se encuentra el palacio barroco de Soñanes, el ejemplo más valioso de este estilo arquitectónico en Cantabria. Edificado en el siglo XVIII, el palacio presenta dos impresionantes fachadas, decoradas profusamente, y en su interior se guarda una monumental escalera; todo ello dentro de una gran finca con rico arbolado.

Junto a él, muy representativo también de Villacarriedo es el colegio de los escolapios, que viene funcionando hasta nuestros días desde su fundación en el año 1746, centro donde se formaron importantes personajes de Cantabria. Será preciso volver atrás un par de kilómetros y atravesar de nuevo Selaya.

Nos dirigimos hacia el Sur, recorriendo, en nuestro camino hacia la Vega de Pas, el impresionante puerto de La Braguía. Balcón natural del característico paisaje pasiego, cuyas laderas recogen con frecuencia la nieve que cae en invierno en sus parajes. Este intenso tramo salpicado de verdes prados y cabañas, compensa con creces la arribada a la capital pasiega.

Recorridos ya 17 Km. desde Villacarriedo, alcanzamos la Vega de Pas capital de las "tres villas pasiegas". Lo realmente significativo es su arquitectura rural, concretada en la cabaña pasiega y cuya influencia queda patente en su tradicional modo de vida. Se trata de una sencilla construcción de piedra utilizada por el pasiego en su particular vida trashumante en busca de los mejores pastos para su ganado. Su repostería artesanal se basa los típicos sobaos y quesadas que gozan de reconocido prestigio en toda la geografía española y ocupa a gran parte de su población. En el centro del pueblo se encuentra un interesante museo etnográfico dedicado a las villas pasiegas, cuya visita se recomienda.



Otros 13 Km. nos separan de San Pedro del Romeral, otra de las villas pasiegas con su territorio establecido en los lluviosos y altos valles del Pas. Sus habitantes también realizan los cambios de cabaña ( conocidos por "mudas" ), ayudándose de los cuévanos, en cuya elaboración con varas de avellano existe una verdadera tradición artesanal.

La vuelta se puede realizar tomando la desviación entre San Pedro del Romeral y Vega de Pas hacia Entrambasmetas, y enlazar con la carretera nacional de Burgos a Santander.

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