ruta de la cuenca del Nansa

El curso del Nansa es espectacular y la ruta por su cauce será una experiencia inolvidable para el que la naturaleza le hormiguee en su corazón.
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Su límite oriental está definido por las divisorias con las cuencas vertientes de los ríos Saja y Escudo, mientras que el límite occidental está constituido por la divisoria con la cuenca del río Deva.
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Por el Sur, la cuenca del río Nansa está delimitada por las Sierras de Peña Labra y de Isar y por el Cueto de la Concilla. Al Norte, limita con las aguas del Mar Cantábrico y con la divisoria de la cuenca del río Gandarillas, que vierte sus aguas en el estuario de San Vicente de la Barquera.

El río Nansa, curso principal que da nombre a la cuenca, nace en el macizo de Peña Labra, en el límite de las provincias de Cantabria y Palencia, a una altitud de 1100 m. Su longitud total es de unos 46 km hasta su desembocadura al mar por la Ría de Tina Menor.

En la cabecera de la cuenca, los ríos son de corto recorrido y fuerte pendiente.

En esta zona, el río Nansa recibe la incorporación del río Pejanda por la margen izquierda, y del río Collarín por la derecha.

El río Pejanda nace en la vertiente sur de la Sierra de Peña Sagra, a una altitud aproximada de 1.500 m, y tiene un recorrido de unos 4 km antes de su confluencia con el río Nansa, mientras que el río Collarín nace en Peña Labra, a unos 1.400 m de altitud , y presenta un recorrido de unos 7 km hasta unirse con el río Nansa en Puente Pumar.

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Hasta la localidad de Salceda, en el término municipal de Tudanca, el río Nansa discurre en dirección SW-NE. A partir de este punto cambia de dirección, pasando a ser ésta SE-NW, hasta la localidad de Trascudía, en el término municipal de Herrerías.

En esta zona de la cuenca, el río Nansa recibe la aportación de las aguas de sus principales afluentes, el río Lamasón y el río Vendul, que se incorporan al río Nansa por su margen izquierda.

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En la zona más alta de la cuenca, el río transcurre en un típico valle en forma de "v" y con una pendiente pronunciada.

En las laderas que lo flanquean se encuentra un bosque bien conservado formado principalmente por castaños, alisos y robles, aunque a medida que descendemos vamos encontrando pastos de ganado vacuno cada vez mas abundantes, por lo que el bosque de ribera es bastante reducido.

Siguiendo río abajo nos encontramos con el embalse de la Cohilla, el cual se aprovecha para la generación de energía hidroeléctrica.

A partir de este embalse y hasta el pueblo de La Lastra, en el cual se ubica otro embalse, el río fluye muy encajonado formando una espectacular garganta.


La garganta por la que transcurre el río se va abriendo, dando lugar a un valle en el que se observa el desarrollo de formaciones boscosas y praderías.

Al mismo tiempo, la pendiente del río disminuye. Comienza así la cuenca media del río Nansa.

A excepción de determinados núcleos de población, en cuyas proximidades se encuentran abundantes prados, se trata de una zona poco poblada, con pocas presiones, salvando la pequeña presa de Rozadío, y el bosque de ribera se conserva en buenas condiciones.

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Entra las poblaciones de Puentenansa y Celis, el río sufre un pequeño encajonamiento, con laderas pronunciadas, de gran altura y bosque bien conservado, en el que adquiere gran sinuosidad.

Finalmente nos encontramos con el embalse de Palombera,también de aprovechamiento hidroeléctrico a la altura de la confluencia con el río Lamasón.

En esta zona observamos unas llanuras de inundación mas amplias que las que podían observarse anteriormente, y las praderías van sustituyendo progresivamente al bosque de ribera.

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En la cuenca baja del Nansa, predomina también el típico valle en "v", con una pendiente de cauce poco pronunciada y un bosque de ribera bien conservado y que va entremezclandose paulatinamente con con el bosque templado húmedo característico de esta zona. .

Se trata de una zona poco poblada, el río atraviesa pequeños núcleos de población como Camijanes y Luey, por lo que tanto las presiones como los usos del suelo son escasos.
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El río acaba en el estuario de Tina Menor, a la altura de Pesués, donde definitivamente mezcla sus aguas con el mar.

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Por tanto, si queréis preparar la ruta por el cauce del Nansa podéis comenzar en Valle,... la capital de Cabuérniga, desde donde nos desviamos hacia Carmona, cuya carretera sinuosa atraviesa maravillosos paisajes admirables desde distintos miradores ( El Ribero, La Vueltuca... ).

Hemos llegado a Carmona ( a 11 km de Valle ), uno de los núcleos rurales mejor conservados ( fue declarado conjunto histórico ) de Cantabria junto a Bárcena Mayor y Tudanca ( pueblo por el que también pasa esta ruta ).

Su caserío es de piedra, con tejados a dos aguas de teja roja y solanas de madera adornadas con flores; las fachadas aparecen muchas de ellas blasonadas y sus callejuelas permanecen aún armoniosamente empedradas.

El edificio señero es el palacio de los Rubín de Celis, hoy parador. Los abarqueros de Carmona tienen merecida fama en la fabricación artesanal de albarcas ( calzado típico ).
Conviene aparcar el coche para disfrutar de un paseo por Carmona.

Seguimos sin desviarnos de esta carretera para llegar a Puentenansa, capital del valle del Nansa ( y del municipio de Rionansa ).

A pocos km de aquí está Obeso, en la que merece la pena admirar los restos de una torre medieval del siglo XV, cuya silueta, en lo alto del pueblo, preside con poderío el valle. Posee planta cuadrada con 4 alturas y pocos vanos, lo que aumenta su aspecto de fortaleza defensiva. Gran notoriedad tuvieron los trovadores de Obeso.

Seguimos el viaje por la misma carretera ( la C - 6314 ), descendiendo al valle de Lamasón que conecta los valles del Nansa y Liébana.

Atravesamos las poblaciones de Quintanilla y Sobrelapeña, con alineaciones de casas bien conservadas, algunas con escudo.

Todo ello en un entorno de gran riqueza forestal ( hayas y abedules ), a cuyo abrigo se acogen las más variadas especies animales. La próxima parada es el pueblo de Lafuente, con la iglesia románica más importante del valle, de pequeño tamaño, una nave y ábside semicircular, data de finales del siglo XII.

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Nos dirigimos hacia San Sebastián de Garabandal ( a 23 km de Lafuente ), para los cual hay que volver a Puentenansa. Antes de llegar, atravesamos Cosío, pueblo de pasado noble como atestiguan sus escudos y casonas.

Estamos ya dentro de la Reserva Nacional del Saja, y este pueblo no desentona puesto que posee un hermoso caserío con casas blasonadas y fachadas encaladas. A parte del interés de este pueblo como conjunto rural, tiene gran afluencia turístico-religiosa basada en las supuestas apariciones de la Virgen a unas niña entre 1961 y 1963.

En lo alto del pueblo se ha levantado un santuario a la Virgen que merece la pena visitarse, tanto por su interés religioso como por las vistas del pueblo que tenemos desde este lugar.

Para continuar nuestro viaje tenemos que retornar hasta Cosío, y seguir la carretera en dirección a Tudanca, en vez de Puentenansa. Tudanca está a 21 km de distancia de San Sebastián de Garabandal y da nombre a la más conocida raza de vacuno de Cantabria. Constituye un núcleo rural muy interesante ( declarado conjunto histórico ) que permanece inalterado.



Es imprescindible visitar la Casona de Tudanca, residencia del que fuera académico de la lengua, Jose María de Cossío. Edificada en 1750, contiene una importante biblioteca con más de 25.000 volúmenes. Inmortalizada por Pereda en la novela "Peñas Arriba", es hoy propiedad del Gobierno de Cantabria, funciona como museo y puede ser visitada de miércoles a domingo de 10 a 13 horas. La entrada es gratuita.

Continuamos el camino siguiendo al sur, hacia Polaciones. A 3 km de Tudanca está el embalse de la Cohilla.

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Se accede por una carretera tallada en la roca y llena de curvas, ofreciendo en su recorrido intensas sensaciones.

El municipio de Polaciones es uno de más extensos desde el punto de vista natural y etnográfico.
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Sus aldeas, profundamente rurales ( San Mamés, Tresabuela, Cotillos... ), sus montes ( por donde aún pasea algún ejemplar de oso pardo ) y sus bosques ( hayedos de Uznayo, robledal de cueto Cucón... ) nos recuerdan que estamos en la Reserva Nacional de Saja, la más grande de España y verdadera joya ecológica de Cantabria.


Puente Pumar, a 4 km de allí, posee un interesante conjunto arquitectónico compuesto por la iglesia parroquial y las nobles casas apretadas alrededor del puente sobre el río. Destacan las tres casonas conocidas como las de los Coroneles. Es un territorio muy rico en folklore y valores etnográficos. Cuenta con una escuela de intérpretes de "rabel" ( instrumento típico cántabro parecido al violín, pero más rudimentario ). También es cuna de trovadores y compositores de comparsas.

El fin del camino llega en Uznayo, un paisaje de alto valor natural, destacando el hayedo que desde Liébana se prolonga por las laderas de Peña Labra. Desde Uznayo parte una senda que, discurriendo por un paraje boscoso, llega hasta el collado de Sejos en límite de la Comunidad Campoo-Cabuérniga, lugar en el que se encuentran unos menhires de la edad de Piedra.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Salceda pertenece al municipio de Polaciones, Sarceda al de Tudanca...